miércoles, 23 de mayo de 2012

LA FRUSTRACIÓN


  A veces no es fácil aceptar ciertas situaciones pero..

¿Cómo reaccionas ante los problemas?   
¿Qué sucede, cuando no obtienes lo que deseas?

La frustración es el sentimiento que surge cuando no logramos nuestros deseos. 

Cuando nuestras reacciones nos atosigan , son desmedidas y nuestras emociones no no dejan estar en paz  ni enfrentar los problemas y limitaciones que tenemos a lo largo de la vida, a pesar de que sean molestas e incómodas... Cuando no podemos esperar a que lo que deseamos o lo que queremos sea satisfecho , interfiriendo está sensación y estado de ánimo de forma intensa en nuestra vida... nuestra tolerancia a la frustración tiene las defensas bajas.


  La baja tolerancia a la frustración nos causa enojo, depresión e incapacidad ante cualquier molestia o problema y provoca la evitación o mala solución de los mismos.


De acuerdo a la intensidad de la frustración y a nuestras propias características personales, reaccionamos con molestia, ansiedad, depresión, angustia, enojo, etc.






La baja tolerancia a la frustración está relacionada con dos elementos:

1) Una percepción equivocada y exagerada de la situación que estamos viviendo.


2) La creencia de que es horrible vivir el malestar y no lo podemos ni queremos aguantar.

  Generalmente es en la infancia cuando aprendemos a tolerar la frustración.


Cuando un niño es muy pequeño, cree que el mundo gira alrededor de él. Piensa que se merece todo lo que quiere, en el momento en que lo quiere.No sabe esperar, porque no tiene el concepto de tiempo, ni la capacidad de pensar en los deseos y necesidades de los demás.

 Por eso, cualquier límite o cualquier cosa que le niegan, lo siente como algo injusto y terrible.No puede entender por qué no le dan lo que él desea. Se siente frustrado y despojado de lo que "necesita" en ese instante.No tiene las herramientas para eliminar, disminuir o tolerar su malestar.

 Al llegar a la edad adulta, si este niño sigue sintiéndose mal ante cualquier límite o ante la necesidad de posponer una satisfacción...y siente que necesita eliminar inmediatamente dicho malestar.. la tolerancia a la frustración es baja.




Las personas con baja tolerancia a la frustración, por tanto, tienen una serie de creencias que están condicionando esta forma de ver el mundo e interpretar la realidad que suceden de un modo automático. Es decir, siguen manteniendo un modo inmaduro de ver las cosas, tal y como hacían en la infancia.

- Creen que tienen que obtener todo lo que quieren y para ello exigen, ordenan e insisten para que se satisfagan sus deseos a toda costa..
- Confunden sus deseos con sus necesidades.

Pese a ello,  la frustración es una habilidad que se desarrolla y siempre podemos aprender a ser más tolerantes con ella:

 Piensa en todas las cosas que has perdido o dejado de obtener por tu poca tolerancia a la frustración.¿Vale la pena la comodidad inmediata y momentánea, a cambio de todo eso que podrías tener?

 No olvides que hay épocas buenas y épocas difíciles o dolorosas y que sí tenemos la capacidad de tolerar o soportar algo, sin alterarnos demasiado.


 El malestar y el sufrimiento son desagradables, pero no nos destruyen.Si aprendemos de ellos, nos fortalecemos y desarrollamos. Obtenemos nuevas herramientas para lograr nuestro bienestar.

 Nuestra vida y nuestra felicidad no dependen de aquello que deseo y no obtengo de inmediato. Hay mucho más allá, si lo sabemos buscar.

 Incluso el dolor intenso, lo podemos soportar y es pasajero.A menos que nosotros, con nuestra actitud y forma de pensar, lo hagamos permanente.


 Siempre podemos aprender a ser más tolerantes ante la frustración.Porque la frustración es parte de la vida y es inevitable.Para ello necesitamos tener paciencia. La paciencia no tiene nada que ver con la necesidad y tiempos de espera, sino con la fortaleza para enfrentar el dolor sin perturbarnos emocionalmente.


La base del problema no está en el dolor y la frustración que vivimos, 
sino en nuestra actitud ante ellos.


Desarrollar una alta tolerancia a la frustración consiste en...

Convertir los problemas en nuevas oportunidades. Alguien con alta tolerancia a la frustración tiene más probabilidades de resolverlos porque no reacciona ante ellos con tanta intensidad ni intenta escapar para no sentir, acepta con más facilidad el dolor, el sufrimiento, la incomodidad, el fracaso, etc, y no deja que estas cosas les perturben excesivamente. 
Son aquellos que practican el viejo refrán de “al mal tiempo buena cara”.
De hecho, una de las características principales para el liderazgo es una alta tolerancia a la frustración. Saber responder adecuadamente ante los imprevistos, las interrupciones, los contratiempos, etc y mantener la calma en estas situaciones es lo que permite pensar con claridad y, por tanto, encontrar las soluciones apropiadas, en vez de huir, lamentarse, armar un escándalo o intentar hacer desaparecer el problema como sea para no sentir, como haría alguien que no es capaz de tolerar dichos inconvenientes.

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